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Rodolfo Kahn (1935/2019): El guardián del Vertizonte

Toporámica natal


Un poema inédito en letra manuscrita de Rodolfo Kahn (1935-2019), hallado entre cachureos de papeles, obsequiado por él hace algunos años atrás, me recuerda su figura, su calidez como persona, su pensamiento poético, poderoso y autentico, que se revelaba en conversaciones con amigos y que fuertemente se plasmaba en su poesía, en su manera de trabajar y elaborar poemas, como un deconstructor infinito de su propia obra.

Rodolfo Kahn, nació en Arica en 1935, en el seno de una familia de descendientes asiáticos que se radicaron en el casco antiguo de la ciudad. De niño fue un lector voraz de libros de literatura, historia, ciencias y distintos aspectos del conocimiento universal que anticiparon lo que iba a hacer su línea temática y poética en los años de adultez. Al terminar sus estudios de enseñanza media en Arica, decide irse a Santiago a estudiar pedagogía en Castellano y Comunicación en la Universidad Católica de Chile. En su experiencia santiaguina labra amistades con diversos poetas de su generación, entre ellos se reconoce, al poeta José ángel Cuevas, compañero de facultad, con quien comparte sus primeros escritos, nutriendo su acervo poético y cultural con lecturas de poesía universal y de la generación literaria chilena de los años 50. Muestra de ello, en años posteriores, vi en su casa de calle Sotomayor, libros en primera edición como Para ángeles y gorriones de Jorge Teillier, el primer libro publicado del poeta lautarino, libros de Armando Uribe Arce, Nicanor Parra, Enrique Lihn, entre otros. Libros-joyitas que demostraban su inmensa capacidad como lector en aquellos años.

Kahn se radicó en Santiago por más de 20 años, no concluyó sus estudios de pedagogía, pero realizó diversos trabajos, entre ellos, fue corrector de pruebas del diario Las Ultimas Noticias. También fue testigo presencial del bombardeo a la Moneda el 11 de septiembre de 1973, pues trabajaba en un edificio cercano, acontecimiento que lo marcó a fuego como a muchos de su generación en el inicio de la dictadura militar en Chile. Ante la destrucción de la democracia, Kahn continuó escribiendo y explorando en su poesía, con cierta insatisfacción en sus creaciones y timidez en publicar, siempre fue un corrector persistente de sus poemas, encaminado en una búsqueda temática que comprendía la cristalización de una voz y un estilo que lo dejara totalmente satisfecho.

¿Fue Kahn acaso un poeta tardío en publicar?...no lo creo, pienso que su rumbo en la poesía, ha sido de alguien que supo valorar exiguamente los elementos para lograr una calidad que se requería para conformar un poema, prolijidad y musicalidad, relieve lingüístico y no sumisión ante los dogmas totalizadores que se infundían en una tradición poética que conocía de sobra, pero su brújula se dirigía en captar y lograr una estética fuera de los márgenes convencionales, seguramente pasaron años de ejercicios, de elaboración, de versiones y reescrituras que se desplegaron a lo largo de su vida, como un obrero contemplativo ante los pilares edificados en la Junta de Adelanto.

A fines de la década de los 70, Kahn retornaría a Arica, maduro, y más consciente de su oficio, como un samurái lleno de ideas y desafíos para conquistar en una tierra nortina en plena transformación capitalista, donde vendrían sus primeras publicaciones en folletines y revistas de escaso tiraje y la inserción en un ámbito literario local que desdeñaba las innovaciones en poesía o las distintas floraciones lingüísticas que eran de escasa noción en creadores locales. Ante ello, el mote de “críptico” o “hermético”, recalaba siempre en los comentarios o análisis de sus primeros poemas revelados a la audiencia ariqueña.




Paradoja Lúcida


En los años 80¨s, Rodolfo Kahn, afincado nuevamente en Arica, teje amistades y participa en diversos grupos de escritores locales, cuestionado y celebrado por algunos, realiza su quehacer poético en singular soledad, rodeado de libros y recortes de diarios que llamaron su atención, como un recolector que ciñe sus archivos entre las paredes de su espacio, su casa, Toporámica natal, centro de acopio de materiales en cajas de cartón sobre momias y conchales de la Cultura Chinchorro.

Publica algunos de sus poemas de “Coordenadas” en revistas locales como Trayectoria Poética (1987) y Raima (1989), folletines literarios artesanales que daban cuenta del quehacer literario ariqueño en esa época. Estos poemas señalan una primera fuente en la poética de Kahn, que revisten al ser publicados su primera satisfacción y conformismo en el buen sentido de la palabra, un camino de entramados y lenguajes, que sitúan una voz y una estructura por donde pasear olímpicamente entre sus versos “para jugar a develar la propuesta que se alinea detrás de la pieza inencontrable”.

En sus versos se percibe una atmósfera enigmática, que se muestra a cabalidad, después de años de maduración y versiones, en su libro “Coordenadas”, publicado en 2016 por ediciones Vertizonte, donde se plasman 15 poemas, editados en un tiraje de no más de 100 ejemplares, su estética compleja y sonora, torrente de diversas imágenes y secuencias de su acervo histórico-lingüístico-cultural, que dan pie a manifestar, aunque breve, su primer libro de poemas expuestos al público ariqueño, que ya lo reconocía como un mito, una leyenda de las letras ariqueñas, por su aura de un ser enigmático, recóndito, que aparecía y desaparecía entre las fauces de su hogar y las actividades literarias.

Kahn, en su quehacer poético, desplegaba con energía la integración de arcaísmos y neologismos, palabras como “mitrados” o distintos neologismos como “hiberstress”, “nihiladar”, “fornicódromo”, etc. En diversos poemas enfatizó, su arraigo cultural en señeros juegos poéticos, situando su quehacer en una maquinaria textual, que ofrecía palíndromos y anagramas, marcando su voz poética en la posibilidad artificial del lenguaje, una invención como un proceso en proceso, disruptivo, excéntrico. Kahn, fundador y uno de los líderes del Grupo Poético Vertizonte junto a una serie de poetas jóvenes, publican en el año 2002, la antología Heptadárica, selección de poemas y cuentos de cada uno de los integrantes; Jaime Moya, Gabriel Moyano, Alejandro Jordán, Reinaldo Vásquez, Markos Quisbert, Jorge Cannobbio y Davis Fernández. En Heptadárica, Kahn manifiesta su pensamiento poético a cabalidad: Ha optado por asumirse como un ser dogmático. Su único dogma consiste en no someterse a dogma alguno. Instancia que define como Paradoja Lúcida. Respecto a quienes pretenden, impúdicamente autoconferirse algún rol de pontificadores del arte y la cultura, y específicamente de la poesía, estima necesario señalar que el auténtico poeta no queda entrampado en el querer decir. La voz del poeta, siempre, indefectiblemente DICE, ENTREGA su fractal o partícula de Ápeiron, mediando una indagación y un visionamiento metacognitivos.


La obra de Rodolfo Kahn, en su mayor parte todavía inédita, no deja de proyectarse en todo momento hacia adelante. Su fascinación por la ciencia y la actualidad de los avances científicos, su erudición sobre todas las disciplinas del conocimiento humano, su lenguaje hermético, extraño, provocativo, poblado de arcaísmos y neologismos, su obsesión por la forma, son rasgos que definen su obra poética, y lo sitúan como un poeta inclasificable dentro de la tradición poética local. Lejos de la nostalgia pampina, de odas o cantos a los lugares comunes, o de un ingenuo sentimentalismo, la obra de Kahn está escrita con el pulso del cálculo, con la frialdad de un matemático que resuelve ecuaciones imposibles, con la mirada de grandes telescopios que observan el ALMA del universo.


Selección de textos

PARAGRAMAS

I

¿Qué magnanimidad es ésta la de observarlo todo tal si

hubieses dado por fin con un

lobo solitario?

Si os pareciere id coged un girasol y desbrozadlo

Pero a una mozuela como ésta sólo habríamos de verla caer

arrobada por el ritual de algún

rinoceronte negro en celo

II

Sea una redada una de esas mañanas de Carnaval en que

Muriel no deja de cantar en

ebriedad aún después de

haber extraviado sus trompetas

celestiales

Una juramentada más…ansiosa por batirse así fuere por una

próxima impecable obscenidad

Naturalmente la acrobacia inercial de sus desmesuras la ha

puesto a levitar sobre aquellos

eremitas

En ocasiones suele furtivamente despojarse de sus alas

A la sazón

en su hipernoia

imprecaría luego de implorar

Este mandala incandescente es lo que resta de su cataplexis

III

A no dudar

si alguno de vosotros deslizárase hasta el borde de su propia

nihilidad

Habría de avistarse atado al mástil de su nave

IV

Observaréis una vestal merodeando la comarca pero ella

desconoce que todo camino al

zigurat ha de pasar por un

marjal

HE VISTO UNA ESFINGE

He visto una esfinge caminando en círculos

Antiguamente dicen fue su adicción circular por los caminos

Pero también he visto a una muchacha desnuda caminando

en círculos

Es el instante en que ha de simular no inmutarse por nosotros

o bien podría acometernos con su coprolalia

y luego por nada de este mundo ni de otros dejaría de ofrecer

un autocompasivo recital de

sus andanzas

Desnuda y como tantas caminando en círculos

Desnuda y también aprendiendo a circular por los caminos

Ultimo deleite de la bioingenioparanoia en materia de esfinges

SIMETRÍA Y FULGOR DE LA NIRVANA

Simetría y fulgor de la NirvanA

Por un instante

¿Alguien podría olvidar a Ana vriN

y esa costumbre suya inveterada de dormirse desnuda

delante de un espejo antimateria?

de Antología Heptadárica

Ediciones Ápeiron

2002

X

He descubierto que los dioses

nos observan desde muy lejos de los caminos

arrojan anónimas señales para desencadenar nuestro asombro o nuestro horror

Hacen crecer un árbol de ominosidades

en cada altura o abismo

en todas las mesetas y llanuras

en que puede ser hallada alguna huella nuestra

Sentencian que debemos reemplazar

el vuelo con que iluminamos cada nueva altura

las matrices que desencadenan nuestro caos

Pretenden imponernos

un árbol de ominosidades

una bitácora de simulaciones

una rendición sin condiciones

XI

Voy por el resplandor

que todos hemos extraviado

No guardo conmigo reproducción a escala alguna

de arquetipo o modelo

o una réplica a prueba de aguas regias

proseguiré mi marcha

hasta verificar la sinéctasis de mi pensamiento

y si alguien estuviese aguardando al pie de una compuerta debo deciros recread siempre los caminos

XII

En estos vasos anidan

las bandadas que han perpetrado la axiladura del diamante

para fundar su hábitat

ellas alumbran sobre un yunque bañado por un sueño derramado

cada vez que alguien aprende a escuchar la barcarola

de quien pretende rescatar a

Eurídice

de Coordenadas

Ediciones Vertizonte

2016

Rodolfo Kahn (Arica, 1935-2019) Estudió Pedagogía en Castellano y Comunicación en la Universidad Católica de Chile. Se desempeñó como corrector de pruebas en el Diario Las Últimas Noticias de Santiago y en el diario La Defensa de Arica. Ha sido publicado en las revistas Trayectoria Poética (1987) y Raima (Sociedad de Escritores de Arica, 1989). Sus poemas aparecen en las antologías: 25 poetas de Arica-Iquique (Mayo Muñoz, 1998), Poetas en Dictadura 1973-1990 (Mayo Muñoz, Autoediciones del Morro, 2004). Miembro fundador de la Comunidad Poética Vertizonte, edita y publica junto al grupo la antología colectiva Heptadárica. En 2016, publica su primer libro, titulado Coordenadas (Ediciones Vertizonte). Falleció en marzo del 2019 en Arica, quedando a la deriva una serie de poemas inéditos y su obra Ars Imaginandi.


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