Un viaje sin retorno: a propósito de La Ultima esposa de Adán de Fanny Campos
¿Qué podemos esperar del diario manuscrito de una suicida? Responder esa pregunta resulta una tarea compleja, pero a la vez fascinante, es una invitación para desplazarnos por el pluriverso femenino creado de Fanny Campos que con desenfado, fuerza y desolación poética nos entrega a “La última esposa de Adán” (Electrodependiente 2018) no como una ofrenda o un tratado historiográfico, sino más bien como un documento impregnado por las referencias religiosas, la voracidad del deseo y la fragmentación de una mujer esquizofrénica.
La piedra inicial que se convierte en palabra de fuego no es la que Pedro uso para levantar su iglesia, ni el sabernos complemento de Adán al nacer de su costilla, tampoco “impureza menstrual con el Levítico (…) o ser símbolo de la maldad con Zacarías y los eclesiásticos que ordenaron vigilarme o apedrearme hasta la muerte ante cualquier insolencia” No es Eva, tal vez si esta mujer es más cercana a Lilith, pero por ninguna razón es la fiera domada frente al discurso del amo, del padre, de dios. Este libro nos transporta, desde su iniciático principio por la búsqueda de la “hereje” de la mujer que seduce desde la humedad de su sexo, sin búsqueda de la redención.
La poesía de Campos es condensada en imágenes poéticas que se expanden frente al amor carnal de lo sagrado, “Leeré mi suerte en el fondo de su cáliz (…) quiero ser su hija tener fe, buena oveja, su mejor incesto (…) Las niñas muertas me visitan a veces para susurrarme las pesadillas que hemos vivido en este país de incestos”. El escenario puede ser Chile (cuando nombra a Violeta Parra) u otro lugar del mundo, el siglo puede ser el XIX o el XXI, que son tiempo y espacio fusionados para la confesión de la niña que sucumbe frente al patriarcado, pero no como símbolo de sumisión sino como una marejada pulsional de deseo y desenfreno, de una mujer que no llora a su victimador, sino que lo seduce hasta la muerte desde la herejía necrófila, que expone y mil veces enciende la tumba de su verdugo.
Fanny Campos, presenta un libro fascinante, leerla es zambullirse en un viaje sin retorno y sin reparos por el camino escogido por la confesión, el cuerpo como un territorio que resuena desde el placer indomable y el ser mujer desde la resistencia, desde la ruptura que deconstruye todo origen y lugar común desde el cual nos han querido nombrar.
Lourdes Saavedra Berbetty
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Fanny Campos Espinoza (Santiago, 1980) Abogada. Publicó Hystera Hystrión/Útero-Máscara (Balmaceda Arte Joven, Santiago, 2015, reedición Isi Cartonera, 2017); más Inclinación al deseo y al caos (Balmaceda 1215, Santiago, 2002), y en el proyecto colectivo Desencanto Personal (Cuarto Propio, Santiago, 2004); más las plaquettes individuales Castillos Medievales en la Ciudad (Andesgrund, Santiago, 2013), País de Incestos (Punto G, Santiago, 2015, reedición 2018); y la Serie Bingo Esto no es un juego (5 poemas-plaquettes contra el femicidio) (Punto G, Concón, 2017. Con sus proyectos “Secuelas” y “Quince años y una noche”, obtuvo en 2014 y 2016, respectivamente, la Beca a la Creación Literaria que otorga el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Actualmente dirige Ediciones Punto G.
Lourdes Saavedra Berbetty (Cochabamba. Bolivia). Socióloga. Integrante de la Editorial Yerba Mala, Cartonera, Ha publicado los libros " Memorias de un walkman” (2008), “Lullaby” (2012) y “La velocidad de la luz” (2019).