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Cumbia Ácida de Rodrigo Rojas Terán (selección)

PORTER AZUL

Camioneta Porter

a máxima velocidad

surfea por la carretera.

La botella contiene insecticida

en cantidades precisas.

Radio encendida

cumbia romántica

y una noche húmeda

que lame el parabrisas.

Llega a destino:

los focos colisionan con un invernadero.

Herido levemente abre los ojos

toma la botella.

Desciende y bebe el líquido

hasta quemar su estómago.

Cae conmocionado

y cerca del auto

eructa.

LA CAPILLA

Una muerte lenta

sin piedad

se proyecta en la superficie.

Los toldos araña absorben el sol

las manchas de sangre colorean la orilla.

El machete de carroñeros humanos

corta tejidos, nervios, carne

el filete graso llena baldes de pintura.

Sobre una vértebra –ahora visible–

se posa un gaviotín que estampa fecas blancas.

Mientras el viento prepara un puño en el oleaje

alguien corta la aleta izquierda

y la carga en su hombro

en son de burla y alumbramiento.

La aleta izquierda arde

adentro de una bolsa oscura

y las moscas emprenden el vuelo

cuando un grupo de hombres con tatuajes caneros

arrojan piedras

a los ojos

del animal.

ÁNGEL TROPICAL

El muchacho

regresa en combi

a la pieza que arrienda

en El Alto.

Devora un chicharrón de cerdo

desde una aluza

pintada con plumón permanente.

Acaricia su reflejo en el vidrio

su imagen de ángel con camisa tropical.

Se tiende completamente en el asiento

y escucha una droga auditiva.

Dormido sueña que es percusionista

en una banda de cumbia.

Casas de ladrillo, lluvia y compases

le adornan el sueño

como espuma de cerveza.

TEMPORERA

Escucha cumbia romántica

en una pieza de cholguán

y calaminas.

Paisaje de claveles secos

custodian imágenes de santos

repartidos en la pared.

En noches de placer

el catre es un horno de barro

grillos saltan en la opacidad

la luna llena impacta acequias, charcos

un millar de invernaderos.

Su hijo en el tomatal

patea latas de cerveza

cuando fija su mirada la náusea del sol

sobre las cabezas negras.

Madre e hijo

unidos por tomates maduros

que al atardecer relucen

como el corazón de una tórtola muerta

sobre infinitas mangueras de riego por goteo.

CUMBIA ÁCIDA

El sol a mediodía imita

la luz de una moneda nueva.

El romanticismo de los Niños Sound

se esparce como sangre de grado

por los muros del pasaje.

Llevan en el cuerpo

la marca del fuego.

El reggaetón se impone en la calle

sin asco:

la cumbia es balacera.

John Wayno, ex músico chicha

sabía de esto.

Dueño de un arte corrosivo

maldito mujeriego que aplastó

el corazón de los otros.

Maldad conspirativa

que irrumpe en un mensaje de whatsapp:

Niños Sound acaban de pitearse a John Wayno,

ilustre putero de Cerro Blanco.

"Cumbia ácida"

Rodrigo Rojas Terán

Editorial aparte

2018

Rodrigo Rojas Terán (Arica, 1987). Ha sido antologado en el libro Predicar en el Desierto: Poetas Jóvenes del Norte Grande, editado por la Fundación Pablo Neruda en el 2013. En ese mismo año, su conjunto de poemas Cumbia ácida obtiene un premio especial en el Concurso Literario Joven Roberto Bolaño del Consejo de la Cultura y las Artes. En 2018, Editorial Aparte, publica su primer poemario Cumbia ácida.

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