Mi papá piensa que soy un culero: cuatro poemas de Iván Mata
Es una reacción natural contra sus cuerdas bucales al preparar el desayuno
tan solo oír el aceite
salpicar en la estufa
y el olor del huevo revuelto
con frijoles Isidora
llena las entrañas
de un coraje que burbujea
como la olla del café
entonces grito histérico
mil veces
detrás de la puerta:
cocinas bien culero
y cómo no sería una reacción natural
si cuando pone a los Bukis
en la Smart TV
provoca una irresistible
e inexorable gana
de picarme los oídos
con un cotonete
y grito mil veces
detrás de la puerta:
quita tu pinche música culera
escribo poemas de amor
ahora me doy cuenta de ello
cuando por maldad
y necesidad
apago el gas
mientras enjabona
sus testículos
con mi jabón zest
él emerge
semidesnudo del baño
con cara de perro
buscando mi jeta de perro cachorro
para decirme con los ojos
que no tienen iris
y son malos
y que serán malos
hasta su muerte:
hijo
eres un pinche culero.
Al final yo
me cago de la risa.
Sentado en la orilla de la cama
Iván se pone unas medias
de nylon
que jala sobre las rodillas
Con su rostro asiático
y labios de corazón
quiere hacer bien las cosas
esta noche
Mientras
el cuarto negro observa
cómo Iván desenrolla
compulsivo
las medias de nylon
sobre las rodillas
Es una muchacha guapísima
piensa
que el cuarto negro
la prefiere desnuda
y con los tacones azul marino
aún
calzados.
Busqué seres humanos para habitar planetas entre mis nalgas
ninguno es
similar a la Tierra
no son rojos
ni espinillas
es
ecosistema
que pica
para comulgar
su vacío
pica la mucosa
en aquel universo
acuoso
negro
no es como Venus
que no para de picar
mi vergüenza
en unos labios
que mordieron
el color neón
de mis labios
antes
del Big Bang.
Cada mañana los aplasto para que no te vayas
Cuando la sangre
se derrama
llega la imagen
de su vientre desvestido
bajo un pirul
luego
me persigo la cola
como un juego previo
al abrir la ventana
después
la imagen
de su vientre de árboles
provoca sed
cuando remojo
los labios
y oigo el descontrol
de los monos
de árbol en árbol
interminablemente
en la línea oscura
que él tiene
como cicatriz
persigo a los monos
sediento de leche
en aquel bosque
que huele a Suavitel
Yo
jaguar malévolo
busco mantener su imagen
en mi hocico cruel
todos los días
al anudar las cortinas
y quiero atesorar la carne
cuando desmiembre a los monos
y quiero caminar
en la línea oscura
incluso
con pies gangrenados
y quiero continuar al acecho
en la ventana
donde aplasto mosquitos
para sentir
al menos
lo que es matar
por amor.
Iván Mata (Guanajuato, México, 1989). Licenciado en Letras Españolas, por la Ug. Participó en el Fondo para las Letras Guanajuatenses, en los seminarios de cuento, novela y poesía (2015-2018). Sus poemas y cuentos han sido publicados en revistas electrónicas e impresas, como en Punto de Partida (UNAM). Fue incluido en las antologías La vida va y Círculos de agua, cuento y poesía, editadas por editorial La Rana. Y en el muestrario poético Las avenidas del cielo, editada por la Universidad de Aguascalientes. En el marco de la FIL 2018 presentó su primer poemario Vómito de una pistola sin gatillo, editado por la editorial Los otros libros. Lo pueden hallar por acá: https://www.facebook.com/ivan.mata.376258