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Ciervo sin nombre: dos poemas de Sebastian Diez Casares

UNA POLILLA EN EL BAÑO

una polilla enorme

entra en mi baño

ante ese lienzo

de blanco incandescente

parece una criatura

monstruosa

y su vaivén

una especie de ataque

que yo correspondo

con movimientos exagerados

entonces apago la luz

y la polilla nota

que ya nada hay aquí

por lo que pelear

así que se conduce

por la ventanilla

entreabierta

hacia la noche

CIERVO SIN NOMBRE[1]

murió atrapado

entre rocas

agonizó

con la vista fija

en un punto

cercano

al oeste

absoluto

la piel

del ciervo

sin nombre

se deshizo

dio paso

al músculo

y luego

a su esqueleto

la única lluvia

bañó sus huesos

que ahora lucen

como piezas

de mármol

―arquitectura

diseñada

por un dios

pardo―

que sirve

de morada

para algunas

criaturas

aves

del desierto

que aletean

días

para cruzarlo

y perseguir

la primavera

―bien escaso―

lo utilizan

como nido

o sus cuernos

donde se posan

mudos

los buitres

[1] écfrasis de la siguiente imagen http://68.media.tumblr.com/82b3b73120310dfba018a3a439024c25/tumblr_o5y26zjgmC1s9y3qio1_1280.png

Sebastian Diez Casares (1988) Librero y sociólogo. Sus poemas han aparecido en la revista Poesía de Venezuela, y sus ensayos en el LALT de la Universidad de Okahoma.

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