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Arizona: cinco poemas de Leandro Anaguano

El patio está vacío. Antes lo llenaba la canción de mi padre, que tocaba en calzoncillos la guitarra y cantaba cuando mi madre llegaba del mercado, con las verduras frescas. Una envoltura de caramelo rueda sobre el pasto. Es el viento que le arrebataba al vacío la canción que mi padre armaba los domingos. Salgo a la calle. Los borrachos se arriman a las paredes para calentarse con el sol. Arrojo la envoltura de caramelo. Las campanas anuncian la misa del domingo. También está vacío el refrigerador. Mi madre ya no volverá.









lleva mi padre

muchos años sin volver

perdido en el desierto

de Arizona

cerca de Las Vegas

y del Gran Cañón

para qué

voy a regresar me dijo mi padre

cuando hablamos por teléfono

un hombre

mirando fijamente un resplandor

en el desierto

Las Vegas es

una ciudad

que a la distancia resplandece

y de cerca desaparece

hermosa vista desde lejos

para qué regresar dijo

y su voz hacía eco en el Gran Cañón

mi padre contemplando

la hondura causada

a lo largo de los años

por una gota

que no se evaporó

el Johnny peleó

en el estadio

de nuestro pueblo

sobre el ring bamboleante

una camiseta roja

para que no se note

la sangre

eso fue el viernes

se emborrachó

hasta el domingo

subió al bus el lunes

como se sube a un ring

oloroso a borrachera

orgulloso exhibiendo

la cara hinchada

cuando iba a su trabajo

de albañil

una boina fue el regalo de mi madre

cuando le dije que era poeta

la perdí en un lago verde

ubicado al fondo de un volcán

como no tenía plata

bajé a pie y no a caballo

-ascender del lago era difícil-

me saqué la boina

porque empecé a sudar

cuando me di cuenta que no estaba

regresé a buscarla y no la hallé

me senté al borde de aquel lago

que seguía siendo verde

ya no estaba seguro

si seguía siendo poeta

vi todos los capítulos de Malcolm

“la belleza es enemiga de la inteligencia

y la inteligencia es enemiga de la felicidad”

dice Malcolm

también conocí a una chica

que iba todos los días

a la facultad de medicina

a dibujar fetos

viejos y verdes bebés como aceitunas

encerrados en frascos de formol


Leandro Anaguano (Nayón, 1985) Poeta y artista plástico. Su obra se mantiene inédita.

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