Todo continúa en la misma cosa: tres poemas de Paolo Tizón
CARTA EN UN HOTEL
acava un ciclo el ciclo
acava el fin,
acá vara la cepillada de dientes pendiente
y mi hora de comer a la hora,
yo acá varé también,
todo,
hasta alcanzar mis dientes
arrastrado
acava un ciclo el ciclo
-luego comenzaré al borde-
y acá varé otro todo luego,
y luego otro.
acava un- ya sabemos,
un ciclo el ciclo otra vez
mejor pasamos a
otra cosa
en este mismo
querido ahora:
-te- escribo para saber si los dos puntos y el salto satisfacen la promesa, o todo continúa en la misma cosa. Igual te cuento que por acá ni siquiera nos lo habíamos preguntado hasta que lo trajiste a colación, y que ni te habíamos leído hasta luego de este mismo exacto. Los rotweillers ya están grandecitos y les estamos leyendo tus cartas, sabes que el correo es incierto y los perritos. Para el próximo envío, el buen y viejo tío Tom dice que le remolaches natilla y chigüaquilas de temporada, como los que hacía la abue, con un poco de polifola al gusto. Sabes que para mamá es inevitable preguntar por qué haces estas cosas de escribir, preguntar a quien se pueda, digo. No hay negocio detrás del escribir, a menos que haya negocio detrás de todo. En tal caso el escribir y el no escribir serían indistinguibles. En tal caso el negocio es el de las personas.
Es difícil olvidar las condiciones materiales de los encuentros y situaciones.
Es fácil olvidar las condiciones materiales de los encuentros y situaciones. Ninguna de las anteriores.
El tacto no opaca las condiciones que lo hacen posible. El tacto sólo aparece cuando las condiciones se hacen invisibles,
el andamiaje grotescamente obvio
la conciencia del andamiaje,
estoy lejos
no hay retorno:
como un barrido de cámara
hay un hombre de gris sobre la calle
los edificios son altos,
grava recién colocada.
un sueño puesto encima de la calle
esta no es más una posición segura. Sin más saludos me atentamente que agregar despido saludos dos. La mesa está servida y madre manda a llamar.
-me mojo los pies con la lluvia y cruzo-
(Nota del Editor.: esta carta fue encontrada en la mano de Carlita que no estaba ocupada
por una botella
inka cola y rakumin
transmisión imperativa
esperamos que siente precedentes
para futuros
suicidas
presentes entre ustedes
estaré
cuando dos o más reunidos en mi nombre
por la voluntad general de los pueblos
sostenida a través manifestaciones explícitas de lo contrario
y por la justicia de su causa que este,
algún dios servidor suyo,
demanda:
no a la muerte, grita el activista.
continúo,
-cruzo otra vez-
acava un ciclo el ciclo
abrá sus círculos para travesar una vez más acabado yo
con piel fría dicción lenta clara dedos largos fríos también
donde están los nuevos soles bajo el sol
donde las cosas mismas
hace tiempo
el mismo lo mismo
está supuesto el nuevo día
en nosotros,
el día nuevo que me trajo
tras este todo
o tras el siguiente todo
día en el que me fui
acava,
y ya me estoy preguntando cosas
y ya me estoy haciendo marañas de nuevo
luego ya estoy anunciando ahora sí
que dicen que llega
algo no avizorado
antes en este poema
ahora sí de veritas que llega
te lo prometo
esto es
un ciclo
el ciclo
que acá va
EN LA CARRETERA
abandonar una ciudad
por la tarde
como lo estoy haciendo.
este hombre.
este viaje y el hombre.
cómo el sombrero
para interceptar el ángulo correcto
el sol inclinado
la sorna de la sombra
sobre sus hojos
pero el desierto de Lima es accidentado
y la sombra tiene que esquivarle los ojos, ¿cierto?
entonces digo, la luz ciega al hombre
por ratos.
lo que dejamos de mirar amenaza con desaparecer.
polvo levantado,
vuelta la cabeza hacia atrás
balanceo suave de sus pasos,
etcétera,
es una aventura.
el hombre encuentra una iglesia
en escombros
2017, cae la iglesia
fotografía de soldados caminando por las ruinas.
muertos apilados para el reconocimiento,
el hombre enfrenta el fulgor de una bola de fuego con un pedazo de
tela
hacemos pisco,
es un western.
juro que el hombre estuvo ahí,
respecto a la iglesia ya no puedo acordarme.
con la partida,
enterrado el hijo.
lo que dejamos de mirara amenaza con desaparecer.
la cúpula del plesbbítero
aún se distingue,
lo queremos dejar rezando, me ahogo, se desvanece la ciudad,
etcétera.
VISTA EN UN TAXI EN LIMA
1
una oreja doblada a la mitad
conduce por calles de antros,
una risita pendeja y un resoplido vibran
uniéndose al om primordial
como si tuviera los agujeros de mi cara sellados y el sonido reverberara por las paredes de su cráneo y el mío,
con la saliva saltando a borbotones de su boca a contraluz
y la lengua atracada entre los dientes de adelante.
conduce con su único brazo.
2
señor mitad bestia mitad señor
que me dijo tutu ca-tutu patutu
y le respondí: maestro
que es la hipocresía peruana por excelencia.
jefecito,
y cómo es con los taxistas que están todo el tiempo encerrados mientras se mueven y entrampados en esa misma cabina,
la figura del psicoanalista en ellos,
3
tiene una cadena de elefantitos que han creado el mundo,
así como los cristianos
tienen o tenemos el mito del génesis,
son dorados y plásticos
como los leones de la fontana
y los elefantitos piensan que los elefantes reales,
digámosles reales
grandes y de carne,
crearon el mundo
ese es su mito fundacional.
yo le comparto al taxista
y me dice que es un amuleto que le dio su señora.
4
todo el drama de los últimos 30 años del país se ha volcado principalmente en taxis,
por eso Heidy Hotingman hizo su película en los 90’s.
los niños subrepticios
tomaron los taxis con sus manitos,
y los han sacado del subsuelo y arrojado contra la capa de grava de las avenidas.
han salido a flote
y con ese mismo impulso se han quedado dando vueltas en la ciudad
dejando ver un brillo violeta que es rastro de este primer contacto.
todos sus relatos constan de lo siguiente: hay una mujer que engaña a un hombre con el que tiene un compromiso, y hay un hombre que conoce la verdad de la situación,
uno que puede ver the big picture: el amante.
en este relato el amante y el taxista comparten este privilegio epistemológico.
5
Hay tráfico, esto es importante.
Otra cosa importante es que hay luces, y uno está pues encerrado con este señor que hace sus sonidos,
iluminado.
la oreja doblada vuelve.
el sujeto transpira,
vuelve a su característico sonido tutu ca-tutu patutu. esto es importante.
y yo le digo
Paolo Tizón Prado (Lima, 1995)