No es una tarea fácil: tres relatos de Conni Tapia Monrroy
EL CLUB
Hace tres años llegué a trabajar en el club, yo entrego las toallas. Estoy adentro de un cuarto pequeño de color blanco, apenas les veo sus caras y ellos no ven cuando me masturbo. La paga es buena, no me quejo. Me queda tiempo para mirar videos porno. La gente adinerada concurre a este lugar. Una de las mujeres poderosas es Doña Perpetua, quien es conocida por organizar fiestas swingers y por tener el doble discurso sobre la violencia intrafamiliar, todos sabemos que ella barre el suelo con su marido, lo desprecia y cuenta anécdotas sucias para dejarlo en ridículo. Pero ellos aceptan el doble estándar, la verdad, a nadie le importa mientras se puedan tirar a la pareja del otro.
Doña Perpetua varias veces me ha contratado para trabajar en sus eventos, ahí también trabajo en un cuarto pequeño, con poca luz, pero aquí no tengo tiempo para tocarme ni mirar obscenidades. Preparar cadáveres para los clientes no es una tarea fácil.
LA VECINA
Teresa, es la vecina simpática. Con una sonrisa amable ofrece y pide ayuda. Todos confían en ella. Le dejan las llaves de sus casas cuando salen a trabajar o se van de vacaciones, creen que puede ser de gran ayuda si ocurre una emergencia. Nadie sospecha nada.
Teresa pasea por las casas deshabitadas y se entretiene en las piezas matrimoniales. Usa la ropa interior de ellas y se excita con las prendas de ellos. Desnuda sobre la cama hojea el diario del día. Usa las cremas, maquillajes y perfumes. Es una especie de ritual. Cuando está bien caliente, vuelve a su casa y se tira al marido. Si se queda con ganas, a media noche visita a los vecinos mientras duermen y sin hacer ruido, toca su entrepierna.
JUGUETES
Un obeso mórbido adicto a los videojuegos, ese es Nicolás. Quien utiliza un succionador para masturbarse e imaginar a una chica de doce practicándole sexo oral. Para alimentar su morbo da play a videos snuff mientras el electric pump sigue trabajando. En otras ocasiones, si tiene algo de suerte, consigue una cita en el chat, la invita a su casa, la golpea fuertemente en la cabeza una vez que cruza el umbral, la cercena, se corre una buena paja, se lame los dedos llenos de semen y con una sonrisa autocomplaciente sube su propio video a la red.
Connie Tapia Monroy. (Santiago, 1980). Obtuvo el primer lugar en el concurso Cartas de Amor "Dime que me amas" 2014. Sus trabajos han sido publicados en las siguientes antologías: Vocesderoca (2000); Rayo de Esperanza (2004); Talleres Literarios Maipú (2008 – 2014); Revuelo de Palabras (2014); Borrando Fronteras - Ergo Sum (2014); Cuentos del Círculo Literario de Maipú (2015); 69, Microrrelatos Eróticos II (2016). Sus cuentos han sido publicados en las revistas: Ominous Tales; Palabr@s de Maipú y Piscola con Ron. El 2015 Compiló la Antología: Juegos Cruzados “Perversiones Literarias; Chile-Argentina-Perú”. Además, trabaja como editora en Cathartes Ediciones.