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Los perros imaginan la noche: poemas de Augusto Carrasco

ALTO SELVA ALEGRE

Ciertas cosas intuyen los zorros

el oxígeno atravesado como un taxi en la garganta

el rastro del miedo en la prosperidad de los gestos

lluvia que deshace su gobierno de telarañas

LA INTUICIÓN APARECE CUANDO DOMESTICAS LO INEVITABLE

yo maldigo la fortuna de

la gente guarra y la fortuna de los poetas

la fragilidad del pulso al interior de la nube

uno intenta todo menos lo correcto

uno intenta morirse en cada sonrisa

tras una tormenta de culpas en pleno siglo 21

regresas la mirada

repara el mundo su violento geranio, sus temblores

algunos zorros

olfatean escombros entre los cerros que oculta la televisión culta

tus poetas

orgullosos como el frío

brillan

refugio

buscan

en el carácter ficcional

de la noche

hacia lejanos epitelios

–sus tristes soluciones–

escapa el suero

3.- Fácil sería arrancarse el brillo de los ojos con la navaja.

2.- Cortar un cable para detener la cuenta regresiva.

TODOS SOMOS PEQUEÑAS BOMBAS DE TIEMPO

uno intenta tanto

pero solo consigue cansancio

porque uno tiene la mala costumbre

de estarse muriendo en cada cosa que intenta

uno intuye estas cosas

y luego dice

Jueves será *

etc

* Jueves será, porque hoy, jueves, que proso estos versos, los húmeros me he puesto a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto, con todo mi camino, a verme solo. Del poema “Piedra negra sobre una piedra blanca” de César Vallejo.

GOYENECHE

Sobre los perros, escrutinio de la noche

los perros imaginan la noche

sin traje de astronauta

con el soundtrack del intérprete desconocido

licencia poseen ciertos perros

para repetir bares

coger bajo la lluvia

acostarse sobre el cuero tibio de la noche

sentir frío

los perros tienen permiso para

sentir frío

sonreír con trébol hacinado en los colmillos

lamidos por la tierra que se esconde bajo tierra

y con desesperación

ser lamidos

por la plenaria de estrellas y demás magistrados

licencia poseen ciertos perros

para domesticar la noche

otros

la luna lamen

extasiados

&

también

los hay otros

más simples:

los que aman

los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos**

silenciosos c/s licencia

para el amor y sus terribles

consecuencias.

** Le daban duro con un palo y duro también con una soga; son testigos los días jueves y los huesos húmeros, la soledad, la lluvia, los caminos.... Del poema “Piedra negra sobre una piedra blanca” de César Vallejo.

GALAXIA***

Los espíritus de la tele

transforman una cultura decadente

en Mumm-ra el inmortal

millones de animales domésticos sobre tembloroso estambre

lejía de blanco sépalo

transita por sus venas

quién hace con su pelambre de negro estaño

un cuadro de arte postmoderno

en cambio dóciles parejas intercambian sólido asesinato de labios

aguacero

preñada digitalmente

la culpa

se elabora con cintas adhesivas

& cartílagos

largos como resaca de pituquito recién coloreado

egoístas

como el(los) beso(s) partido(s) de el(los) amante(s) bipolar(es)

son los dogmas

de una fe que mueve montañas

“Aquí no se reciben denuncias de Derechos Humanos”

particularmente la retama

se hace presente

a pesar del silencio

transnacional.

*** Pueblo Joven de Mariano Melgar – Arequipa.

MARIANO MELGAR

Numerosos astros complican

sentimientos positivos y negativos

tan semejantes

aquello es el grito que atraviesa la polis de los perros que abren una rosa

acusados de silencio / encienden sus motores

humillados por su mala ortografía

abren una rosa

en la cámara de la noche

elaboran una vida

–contemplabas el silencio que desapareció en el

abismo

su polvo de relieves olorosos–

en los contornos del reproche vertebrado

esa conciencia que reclama humanidad a contrabando

tu democrático brillo de intención suicida

+

las uñas del soldado hace tiempo fallecido

abren una rosa

te someten

a largas ideas que atraviesan

con discreta sabiduría

sus nubes enterradas

aceleran

tras la mayólica que esconde el brillo de las aguas

sobre el miedo que recorre una ventana

y la fragua tranquila que sumerge la noche

numerosas imágenes te deslumbran

y fuera

perduran

sin prisa

perduran

sin rosas

los perros perduran

sin rosas.

LA APACHETA

Tal vez el silencio merodeando su rostro

no las moscas

que desesperadamente golpean el silencio

las moscas atrapadas

cual moscas

en medio del silencio no fueron.

Hubo necesidad de santos óleos

artistas plásticos y sacerdotes acercarán su debate

y acelerando el buen porro se atreverán a preguntar:

¿qué fue del silencio

brillante como un clavo atravesado en la radiografía

de tus pulmones?

luego posarán para sus groupies la muerte y todos sus artefactos

y el artificio legislativo que prohíbe recordar el rubor

de una pintora triste en una comisaría de Ayacucho

la lluvia destroza el techo de los soñadores

eso no lo sabías

adempero el amor y sus derivados visuales

las evaluaciones del Estado peruano de sitio

sin batman al trazar la noche

no cruzarías la noche sabiendo lo que viene luego de la noche

nadie te define este momento

SEEMS THAT I AM NOT SUBTITLED INTO YOUR LANGUAGE

habrá que conseguirse una nueva contraseña

o mejor

una nueva vida

alistar el paraguas

acudir al entierro

(seguramente estará lloviendo y es oficio

proteger el traje y los juramentos)

todas tus ideas alrededor de mis cabellos descansan en paz:

allá a donde voy

no hay necesidad de sombrero.

Augusto Carrasco (Arequipa, Perú. 1985). Escritor.

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