Leyendas: relato de Francisco Miranda
Mi mamá llegó del norte. Llegó el viernes y hoy día vino una camioneta doble cabina con sus compras. Trae mercadería pirata desde la Zofri y también trae merca peruana pa’ venderla. La que vende la merca es mi abuela allá en la pobla. Estoy cachando que me va a mandar a dejar las bolsas pa’ donde la abuela, para que la patee un poco y la venda pa’ salvarse. La abuela le tiene miedo a mi mamá. Cuando mi vieja anda con la huevá nadie se puede oponer a sus caprichos. Una vez dejó a la abuela casi muerta. Le sacó la cresta. Parece que el lacho que andaba con ella ese día también le pegó unos combos a la abuela. La merca vuelve loca a mi vieja.
Mi mamá la trabaja. Siempre anda con bacanes y traficas. La lleva pulentita. Desde que me empezó a mandar pa’ donde la abuela, me cambia de chapas. Primero me dijo burrera. Después me decía: “huacha, llévale estos dulces a tu abuela”. Ahora me dice un par de chuchadas y tengo que salir de chasca pa’ que no me agarre a patadas. A veces mi mamá ha tomado de su misma sopita. Los lachos, cuando andan curaos, le sacan la mierda, pa’ que les dé más merca o les compre más tragos. La otra vez, hasta un capote se tuvo que aguantar. Eran tres machucaos. La dejaron pa’ la escoba y el basurero, pero después ella se hizo la lesa, aquí no ha pasado nada.
Antes, cuando se quedaba dormida borracha, los viejos se metían en mi cama, me sacaban mis calzones y se metían dentro mío. Después, yo ni gritaba. Nunca se levantó a ver qué me pasaba. Los giles después se arrepentían y me dejaban unos billetes en mi camisón sangrado. Ahora, a veces, me dice que me quede en la fiesta y que baile con sus amigos. Le gusta decir que yo pego mejores mamones que ella pa’ la edad que tengo. Cuando vamos las dos a la cama con un amigo de ella, les dice que es un servicio especial porque la hija está en la cama antes de que se lo metan. Ella se ríe mucho con ese chiste. A mí me da lo mismo ver alegre a mi mamá.
El solitario es una paco todo terreno que anda en moto echando la bronca a medio mundo. A mi mamá ya le avisaron que el solitario tiene buen olfato para cachar las movidas: la venta o el robo, el consumo y la transa.
Yo antes de salir a la calle me fumo un tonto güeno pa’ no asustarme. “Taraguayo” con pasta pal miedo y la soledá. Mi mamá y la abuela ni cachan que les pego un buen manotazo a la merca.
En la plaza, me fumo un humito loco y me pongo a ver la maravilla en mi corazón y en mis sueños.
El paco solitario me ve y se acerca.
Boto el pito y camino.
— Pa’ dónde vai’, flacuchenta
— Pa’ donde mi abuelita, aquí a la vuelta de la esquina, nomás
— Ya, camina nomás, si no querí que te lleve presa.
— Pero yo soy muy chica pa’ que me lleve a la comisaría.
— ¿Y qué? Creí que te vamos a hacer algo?
— No sé po’.
— No te dai cuenta que soy carabinero.
— Sí, pero también es hombre…
Y me dejó ir.
La cruzada de las calles de la pobla de mi abuela es cuática. El paco solitario hace sonar el motor. Yo corro por las calles para llegar luego a donde la abuela. Al llegar, el paco solitario se deja caer y se mete con nosotras a la casa.
El paco nos tiene amarradas a la abuela y a mí. Registra la casa buscando más merca. Por suerte llegaron estos locos para hacer una mexicana. Se llevaron la merca, la plata, también se llevaron al paco muerto pa’ botarlo por ahí.
Francisco Miranda. (Santiago, Chile 1962). Trabajador, escritor y profesor de castellano, educador popular, editor independiente y gestor cultural. Primer lugar Primer concurso nacional de cuentos para escritores jóvenes “Manuel Rojas”, Mosquito Editores y Fundación Natanael Beskow (Suecia), 1991. Ha publicado los libros: “SubVersos–Des(h)echos”, LOM ediciones, 1993; “Perros agónicos” (cuentos), LOM ediciones, 1997. “El sindicato” (novela), La Calabaza del Diablo, 2001; “Bailar con la fea” (cuentos), La Calabaza del Diablo, 2009; “Salvatierra” (novela breve), Ajiaco ediciones, 2012; y “Perros agónicos y otros textos” (reedición aumentada) Das Kapital, 2013. Su trabajo ha sido recogido en las antologías: “Urgentes y rabiosos”, Antología del concurso “Manuel Rojas”, Mosquito Editores, 1991; “Crímenes criollos”, antología del cuento policial chileno, Mosquito Editores, 1994. “Letras rojas”. Cuentos negros y policiacos, LOM Ediciones, 2009. Como editor independiente ha publicado: “Entrevista que nunca fue” (Cartas de Pablo Vergara: Profeta de la revolución)”, Ediciones Puño y Letra, 1990 (reeditado 2004 y 2010); “Retrato hablado” (Eduardo y Rafael Vergara. Testimonios de sus amigos), Ediciones Puño y Letra, 1992; “Aquí estamos – Así somos” (Aniversario de oro de un club de barrio: Dantón Fairlie, de Las Rejas Sur), 2007. “29 Marzo” (Recopilación de testimonios literarios), Ediciones “Puño y Letra” y Biblioteca Libre “Rodrigo Cisterna”, Villa Francia 2010. Participa en el proyecto Cooperativa editorial Mar de gente (2013-2014), edición y publicación de cuatro libros: “Un sueño hecho realidad”, Cooperativa de edificación de viviendas Villa José Cardijn (2013); “18.314”, Hernán Bravo (crónicas carcelarias, 2013); “Los zapatos de gamuza” (Crónica en versos de la muerte de Luis González, 2014), y “Ruidos subterráneos”, Edson Fairlie (cuentos, 2014).