La náusea nos incita al abandono: cinco poemas de Augusto Trujillo Suárez
EL SEXO COMO UNA ARENA IDEAL
Soy el cordero que le saca lo cerdo al buen pastor
las moscas se apretujan sobre mi parabrisas
A los doce años era una puta perdonada
hacía que todo pareciera un crimen
la exacta correspondencia entre deseo y satisfacción
uniendo las marcas de los accidentes
gónadas, penes, meatos y uretras
Sufrir también es una forma de ganarte las cosas
como robar un Cadillac con la cajuela llena de carroña
ACARICIANDO CABEZAS DE PLÁSTICO
No tengo nada que ver con ellos
con esa tristeza europea de otros
La náusea nos incita al abandono
Era su cara lo que yo quería atravesar
zambullirme, morder, apagar la luz
solo se necesita un pequeño laboratorio
Me pareció sentir una especie de sobresalto
la enfermedad echó raíces profundas
reproduciendo grabaciones de un accidente
FUI UNA VÍCTIMA DE HIROSHIMA
Veo esas grandes tetas cortadas sobre el tablero
brillan algunos minutos y desaparecen
No tolero los flashbacks
dejan en mí más de una cicatriz
Tengo la súbita impresión de que el mundo se detiene
por primera vez me enfrento a mi propio cuerpo
Creo que es una de las grandes cintas del año
por favor, volvamos a casa
LO ACEPTO: TUVE MIS QUINCE MINUTOS
¿Qué pasa con tus piernas?
¿sabes que te ves guapo desangrándote?
¿no me guardas rencor por tomarte esta foto?
Todos los accidentes se parecen
¿Tú sabes cuánta libertad hay en mi cuarto?
¿quieres que te platique como me hice rica?
oye, ¿sabías que mi papá es impotente?
¿Qué les hacías a las niñas a los nueve años?
¿sabes qué gusto tiene el semen?
¿tú crees en los genes?
No aguanto la pobreza
no puedo soportarla
¿qué diría mi familia?
ORINA CALIENTE
A los machos y a las hembras los une su carencia
como un espectáculo de variedades
todos están muertos o agonizantes
pasan de púrpura a sangre seca
La ciudad es un matadero
150 kilos de carne y una vagina como túnel
como un basurero humano
que termina en los vestuarios
Tantas mandíbulas se han cerrado sobre nosotros
los gemidos nos dicen que hemos llegado tarde
la forma del mundo se va desdibujando
Augusto Trujillo Suárez (República Dominicana, 1981). Veterinario y Poeta. El 2015 obtiene el Premio Nacional de Poesía Joven con su libro “Perro Espumoso”. Sus textos aparecen publicados en diversas revistas digitales e impresas de Latinoamérica. Ha publicado “Perro Espumoso” (Editorial Sparring. 2016).