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La casa de la ballena: tres poemas de Lola Nieto

LA CASA DE LA BALLENA SE LEVANTA CON LAS PAREDES DE NUESTRO SOLO ESTÓMAGO

Temblamos de alegría nuestro cuero cabelludo es una masa pegamentosa

una trampa para pájaros tenemos las uñas increíblemente largas porque nunca las cortamos con las uñas de los pies dibujamos en el suelo son pinceles punzantes

punzones puntas de flecha garras y arpones dibujamos

muchos dibujos pero más que dibujos son tensiones prensiles

ya sabes, la pura fuerza

nos sale por las uñas y nos entra por las uñas de nuevo transita la fuerza por el suelo desconchado

durante tan sólo un segundo mientras desgarramos las piedras

del suelo

con las uñas y dibujamos tensiones que también llamamos la natación de las galaxias pequeñas en el corazón de los pájaros.

Nuestro cuero cabelludo

es un imán los pájaros se posan en las ramas las ramas no son ramas

nuestro cuero cabelludo es un imán ferocísimo crecen miles de pelos de nuestro cuero cabelludo nuestro pelo es larguísimo porque nunca lo cortamos crece hacia arriba y gira sobre sí mismo nuestra masa de pelo en espiral es una enorme trenza que estalla en muchas otras espirales

trenzadas

las puntas de pelo estallan para tejer más trenzas que volverán a estallar

estallar perdemos

la cuenta hemos abierto fisuras en el techo de esta gruta subterránea

con la masa de pelo nuestro pelo sube hasta la superficie

es nuestro trenzamiento hacia la descreación

verás, nuestro pelo se ha convertido en árboles de pelo

un bosque es inmenso raíces troncos ramas y hojas

los pájaros se posan en las ramas las ramas son tentáculos de pelo engullimos

pájaros por los tubos de pelo descienden pájaros hasta desparramarse

sobre nuestro cuero cabelludo en el interior de la gruta

es nuestra casa

la llamamos la casa de la ballena es nuestra casa

yo soy la gruta la ballena y a veces la casa

y tú y tú

y tú y tú qué terrible

ojalá ningún pájaro vea desaparecer

a los otros pájaros no nos gusta el miedo

Continúa el proceso:

Los pájaros desaparecen. Se quedan enganchados en nuestro pegamento del cuero cabelludo. Los cuerpecitos se quedan ahí tendidos quietos paralizados muertos del todo. Cuando un pájaro muere sucede algo que probablemente sólo sabemos en la casa de la ballena. Todas las veces que batió sus alas todas las batientes alas batidas arqueadas voladas posadas por el pájaro recién muerto en nuestro pegamento del pelo todas todas absolutamente enteras y repletas se convierten en un único salto elástico una acrobacia invisible un torbellino invisible una fuerza pura pequeña espasmódica vibrante que hace girar sobre sí misma una galaxia situada en el vértice del universo, esto es, en el confín remoto del principio del átomo desmontado antes de montarse, esto es, una galaxia encaramada sobre las motas de polen de abeja zumbadora que justo apareció después del pum.

Voltea una galaxia y nuestro pie nuestro pie de uña larga gira el mismo giro que la galaxia y es la aguja del tocadiscos dibujante que cose sobre el suelo el mismo arco fugaz el suelo rasgado de la gruta de la casa de la ballena es un mapa de movimientos cósmicos el suelo es un tapiz los tulipanes celestiales quedan tatuados en la corteza de piedra de la gruta, esto es, la casa de la ballena, esto es, nuestro estómago.




Continúa

el proceso:

la uña dibuja y retumba:

recepción transformación creación: el cúmulo de estrellas cimbreado por la fuerza

pequeña y pura de las alas volanderas desprende a su vez energía: repetición y ciclo: da y devuelve da y devuelve la energía que mueve es movida por el movimiento que genera la uña larga de nuestro pie comunal registra la potencia de alas que mueve la galaxia y la respuesta de la galaxia movida su movimiento levantado nuestro pie comunal es un punto de energías cruzadas trenzadas la misma doble nuestro pie comunal es un estallido constante registramos energía transmitimos energía damos energía nuestro pie

comunal y nuestro cuero cabelludo son las puertas de entrada y salida

el circuito

Más tarde,

excretamos los huesos

las plumas

el pico los tendones

los órganos internos riñones pulmones bazo hígado corazón músculos arterias venas capilares ojos intestinos cerebro y lengua

Los pájaros se deshacen en el interior cóncavo de piedra de nuestro estómago.

La casa de la ballena digiere pájaros.

Atrapa pájaros come pájaros transforma pájaros en energía y la energía en pájaros

de nuevo, pájaros o seres otros seres no importa.

Llamamos universo a nuestro estómago.

 

DUDURUDÚ, DIME

¿Qué guardarías en una cajita? ¿Qué guardarías tú? Yo soy una cajita y te guardo, Dudurudú te guardo a ti Dudú desde dentro me masticas Dudú Dudurudú ¿quién

eres? En medio. Un pedacito de carne y a esto llamaremos lengua nos dijeron no somos ni lengua tampoco Dudú Dudurudú no somos una voz oímos a través de una brecha en este cúmulo rosado abierto hacia

ti y yo yo la carne no es carne es mira y miramos un cachorrito de carne rosada saliendo entrando la finísima sutura entre mis cuerpos Dudurudú Dudú. Deforme y libre nadie nos desea

Somos la cajita parlante.

Una membrana, Dudú. ¿Sabes lo que es eso? Busca en el diccionario, Dudurudú Ninguna palabra nos dice ¿sabes

lo que es eso? Dudú y Dudurudú ninguna palabra dice dudú y dudurudú buscamos

palabras y comemos palabras tenemos la tripa llena de huecos dudús y dudurudús están creciendo pínchame esta enorme tripa Dudú Dudurudú la burbuja va a explotar ¡ah! la cajita parlante lanza un eructo cósmico Dudú y Dudurudú duermen plácidamente. Y cada gota de sangre canta nuestra canción.

Otra vez Dudú:

Eres un

secreto no eres ojos ni oídos ni boca ni dedos pero trenza estómago de /doble pasmo

Dudú Dudurudú sola y múltiple

Dudú Dudurudú bucle sonoro resonante viviente-viviente

Dudú dudú durudú dudú rudú dú dú d udú ru dú du u rú u está a punto /de estallar

o sueña una energía repetida henchida deforme y libre la conciencia antes de mis separaciones y en el sueño nos reímos de ti de mí de Dudú y Dudurudú de esta canción secreta esta canción tonta secreta la canción sin secreto que nadie sabe oír demasiado cerca Dudú y Dudurudú el estallido el ronroneo Dudú y Dudurudú de estas columnas, mis espirales, mis veinte conciencias de Dudú y Dudurudú

comiéndose mutuamente

comida mutua comida dormida y estalla duerme mi estallido otra vez /otra vez

¿quién somos y te miramos? ¿quién somos y te miramos?

De Tuscumbia (Harpo libros, 2016)

 

perséfone cajón adentro

cuartea rastros

come esquina don

de

dónde

si persiste dónde animal y ternura

para él

*

oblicua y persiana

aclimatando ombligojo

a la torcedura del cajón

perséfone saliva a tierra

minucia que a borbotones

*

perséfone /tiene mentira/

mece oscura y /no decir/

arranca lenta

trocitos /supura/ rodilla y late

*

caimanes acaricia escamas

de piel verdosa a la suya propia

perséfone

/sueño/

o

tal vez

*

mira y no se atreve ¿qué es

salir?

recupera postura anterior

animalito bicho bola perséfone

ovillo aguanta miedo

- - - - -

¿qué es salir?

*

colgada de la boca

saliva y entramada

péndula pendulárea

¿tendrá

acurruca-

ditos

los

ojos?

*

perséfone o membrana

entre voz

aquí

toca

*

perséfone invertida

murciélaga sonajas y escuchiditos

internos al cajón lugar de

oído

per se foné

persefonando

*

toca

piensa toca es pensar antes

de que hablaras es no

pensar

sino tactísonos

ı

ı

ı

ı

toca dice /extiende/

ı

aunque ı

ı

ı

De Alambres (Kriller71, 2014)

Lola Nieto (Barcelona, 1985) es Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Trabaja como profesora de lengua y literatura en un instituto de secundaria. Coordina, con Antonio F. Rodríguez y Laia López Manrique, la revista de creación artística Kokoro (www.revistakokoro.com) y la colección autónoma Kokoro Libros de la editorial Kriller71, en la que codirige además, con Aníbal Cristobo, la colección Púlsar. Ha publicado los libros de poemas Alambres (Kriller71, 2014) y Tuscumbia (Harpo libros, 2016).

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