Vivo en mi propia película de Cronenberg: poemas de Tito Manfred
IMPORTANTE: LÉASE CON VOZ DE LOQUENDO
Un nuevo vanguardismo con canciones de Mazapán, sin bolas en la ingle, con fe en las expediciones a Marte, donde las palabras no sufran apremios ilegítimos y los poemas hagan suspirar a las muchachas rollizas. Un nuevo vanguardismo donde tú y yo seamos felices. El cinismo y la desconfianza son cosas del pasado; dígales adiós y salude al nuevo sustrato de sus obras maestras: hola amor, hola felicidad, hola alegría de vivir. ¿De qué te ríes con escasa armonía? Tu ironía no me engaña: sólo eres un perdedor con marco teórico. ¿Te acuerdas de Cocoon? Hemos vuelto en forma de hombres negros. Desollé a Steve Guttenberg por sarcástico y me vestí con su pálida piel de cerdo. La oscuridad de mi pene llama a error: no sufro de vitiligo. La disparidad de mi pigmentación me hace hervir la sangre. Rojo de ira vuelvo a recuperar uniformidad. Pero me excito y mis erecciones parecen señalar las comunas al poniente. Ese poeta periférico que ves ahí escribe mal. Empiezo a odiar mis sonetos.
De Los poemas se dirigen a las redes de pesca (inédito)
BODYHORROR
Vivo en mi propia película de Cronenberg:
Tengo un furúnculo en el brazo
Que se resiste a abandonarme.
Me acompaña hace ya más
De tres meses. Es más bien parco.
No dice nada, aunque de vez
En cuando expulsa materia que imagino
Interpretable. ¿Qué me querrá decir?
Su nombre es Verástegui; lo bauticé así
Sólo por joder. ¿Se imaginan
Un furúnculo que no tuviera nada
Interesante que decir? Furúnculo apestoso,
Deja de publicar libros, así le diría,
Y me cortaría el brazo.
De Los poemas se dirigen a las redes de pesca (inédito)
LO FELICITO POR SU POEMA, PERO UD. NUNCA PODRÁ LO QUE EL TIBURÓN RAMOS
No confíes en los poetas populistas, golfas
Dispuestas a tragar engrudo con tal de agradar
No hay correspondencias entre el fútbol y la poesía
Lo que ayer fue un mismo lenguaje, una secuencia
De imágenes donde se daban cita el llanto y la euforia
Hoy aparece disociado –digo esto a tientas– y una zona muda,
Digamos una explanada, se extiende entre un campo de juego y otro
Y no hay manera de entender un poema en términos de pases en profundidad
O goles de rabona, a menos que recurramos a una tabla de equivalencias
Por ejemplo: un buen futbolista, más bien empeñoso, no digo crack
Vale por media docena de poetas laureados
Esto quiere decir –no quiere decir nada– que un gol de ese jugador
Nada extraordinario, un puntete en área chica, un canillazo certero
Un gol de cara a la manera de Chichadiós
Vale lo que seis premios Pablo Neruda producen una noche cualquiera
Tocados por algo que para sí mismos llaman inspiración
O chupadas de verga de la joven musa
Pero que en charlas y entrevistas denominan oficio
Ni inspiración ni oficio, señores: pura hedionda transpiración
De Los poemas se dirigen a las redes de pesca (inédito)
§
Un poema es un país. Gobiérnalo
con mano de hierro, somete al enemigo,
destrúyelo, hazlo desaparecer.
Se llama lenguaje como se puede llamar Croacia.
Sé Slobodan Milosevic en lo que al poema respecta.
Que tu poema no sea un estado de bienestar
de país escandinavo. No estamos
para juegos. Limpia el poema. Imagina
que el lenguaje es una doncella albanesa:
aplástala.
De Los discursos de la belleza (inédito)
§
Una idea es hermosa hasta que se convierte en lenguaje.
Con el lenguaje las cosas se complican. Ah, el poema
era bello en tu cabeza: un campo de maíz envuelto por las llamas,
un enorme bloque de hielo desprendiéndose de un bloque aún mayor.
Luego vinieron las palabras y lo arruinaste todo. ¿Por qué eres así?
Ya es hora de que entiendas esto: un poema no está hecho de verdad,
está hecho de belleza y la belleza carece de buenas intenciones;
la belleza es un niño que se hace hombre al faenar su cordero más querido
o camisas negras sembrando el terror al sur de Roma.
Hace unos días leí una entrevista en que Rakosi manifestaba
su rechazo por la poesía de Ashbery. No estaba de acuerdo
con ninguna de sus palabras (yo adoro a ese marica), pero la forma,
la forma en que lo dijo me convenció.
Mira la violencia de esas grandes olas.
Son bellísimas y harán desaparecer un pueblo entero.
¿Entiendes ahora? La gran poesía nunca militará en el Frente Amplio.
De Los discursos de la belleza (inédito)
Tito Manfred (Chile, 1983). Un poeta hombre cisgénero heterosexual como usted.