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La belleza de la desolación: cinco poemas de Markos Quisbert

DOBLE ESTÁNDAR

Dos tipos se reúnen en una estación de ferrocarril abandonada, ansiosos, después del trabajo. Le agarra su pene con desesperación y se lo chupa, lo chupa “con lágrimas en los anteojos”. El hombre gordo lo mira directo a los ojos y gime como niña, gime como una actriz de película para adultos, gime sin vergüenza en lo que antes fue el andén atestado de pasajeros. Le hace acabar y el semen le salta a la cara al señor de gafas ochenteras, empapándole los vidrios: el gordinflón le da las gracias y chau.

AUNQUE NO FUIMOS GRANDES EN NADA

Aunque no fuimos grandes en nada supimos atraer la atención

de toda clase de gente honesta, en ropa americana, gafas de soldar

que nos hacía grata la estadía en este mundo.

No sabían más que comprar chucherías y lavarse una y otra vez las /manos

no sabían más que refregar la textura cavernosa entre sus piernas.

Y al beber cerveza, confiesan su atracción por todos quienes luzcan

ropa de seguridad y gorros con orejeras.

Aunque no fuimos grandes en nada supimos atraer la atención

de hombres y mujeres con cientos de problemas para concluir la /obra maestra

de sus vidas, en borradores ilegibles, páginas en blanco, trazos /incompletos.

Nosotros, nos bastaba con sentirnos admirados por estos genios

con los que compartimos tardes de sexo y filosofía new age.

TOMA 2:

Los lactantes succionan los pezones de su madre. El padre los aparta. La mujer amamanta a su marido antes de irse a acostar. Él suele despertar de pronto, sobresaltado, con la boca llena de espuma.

-¡Corten!

HAY QUE VER CÓMO CAMBIA EL PAISAJE

Hay señoras que imaginan que la vida es mucho más de lo que le dicen sus maridos. A continuación se van a la discotheque. La tía se tatúa la imagen de un pene entre sus nalgas. Parece tan real.

APNEA

Con la obligación de simular un ataque de apnea, los vecinos impactan al camarógrafo en busca de atención. No hubo respuestas a las cartas: todos nos unimos y hubo promiscuidad en venganza por no haber sido escuchados. Y la frecuencia de no respirar en el sueño era alarmante: los casos de apnea son el pan de cada día en este vecindario.

Markos Quisbert (Arica, 1980) Escritor, Licenciado en Lenguaje y comunicación. Ha publicado su plaquette de poemas: Atavíos (Ed. Moda y Pueblo, Santiago, 2009) y su libro de poemas Cero Glamour (La liga de la justicia ediciones, Arica, 2011).

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